Mariposas
que voláis
presumiendo
de colores
y de
visitar las flores
en todo
el día paráis.
Nadie
sabe si es que vais
o venís
buscando olores
más
intensos y mejores
o al
escondite jugáis.
O solo
queréis , acaso,
conjurar
el arrebol
bello
y fatal del ocaso.
Sabéis que otra amanecida
no habrá tras su tornasol,
pues es breve vuestra vida.
Y así la hacéis divertida
hasta
que se ponga el Sol.