jueves, 5 de marzo de 2015

Y yo también





Y yo también.
Y yo también le canto a la flor.

Aun sin quererlo, 
compulsivamente,
lo mismo que le canta el ruiseñor:
a veces inspirándose en su dicha,
otras, las más,
afina los arpegios de su arpa
con  hábil maestría  el desamor.

Incluso, en ocasiones,
es cantar por cantar.

¿Y quién nos dice
que  dejarse embaucar por la aureola
 discreta y entrañable que nimba  lo sencillo 
 no lleva a  rutilar ?

Se trata únicamente
de entregarse al placer del abandono
y entrar en resonancia,
con la música que suena alrededor:
el diálogo del sauce con la brisa,
el ritmo anaranjado  de la tarde,
el suspiro oloroso  
con que el pinar se funde con la noche,
la sinfonía espléndida del mar.

O aún mucho mejor,
dejar en libertad  ,ancho es el aire,
al corazón ,rapsoda empedernido,
 de dejarse fluir...

 E improvisar.

Lo primero es lo primero

Pedro ,el maestro, ha sido el primero en salir corriendo. Y detrás de él Joaquín , el médico.

 En un minuto toda la parroquia se ha echado a la calle a ver qué pasa , tanto es el escándalo que mete la campana tocando a rebato.

 En el casino no quedamos más que el boticario y yo, que ,como siempre, nos hemos entendido con sólo mirarnos.

 Me apuesto mi sotana a que es otra trastada de Luisillo el monago, pero es que aunque se esté quemando la iglesia…! 

O el pueblo entero!
 !De aquí no nos movemos hasta que esos dos no vuelvan…! 

 Para una vez que tenemos mus...!

domingo, 1 de marzo de 2015

Las amistades peligrosas


Buenos días tristeza. Compañera 
infatigable de cualquier fatiga.
Harapo de satén al que se obliga
a recurrir mi esencia pordiosera.

Buenas tardes de nuevo, amigo llanto,
bendita rendición que me sosiega
el mirar de borrascas y lo anega
de fulgor, derrotando al desencanto

Buenas noches insomnio . Agonizante
vacío que el contorno de las cosas
trasmuta en fantasía delirante.

Sin espinas…¿ Qué fuera de las rosas?
Vuelve la vida más apasionante
el tener amistades peligrosas. 

En tropel



Hoy llegas hasta mí
desbocado en pasión,febril y urgente,
quizás exacerbado
por todos los apremios de la vida
a reclamar lo tuyo.

Yo, como siempre, otorgo
en acoplar mi ritmo a tu cadencia.

!Qué tropel de suspiros
me vuelvo al entregarme a tu deseo!




Legítima defensa


Más que la indefensión o la desdicha
es la inocencia
lo que nos desarbola.


La fe sin armas
con que sonríe un niño
mientras juega a al guerra y anticipa el futuro
junto a algún  vertedero

La flor , ese milagro
de amarilla frescura que corona
algún montón de estiércol mientra sueña
que puede redimirlo


La luz que busca un poco
del cielo del que ha sido desterrada
en el fondo del charco
y acaba seducida por su propio reflejo.


El verbo despojado de toda floritura
que quiere desvelarnos
a base de emoción la trascendencia
que Dios no llegó nunca jamás a imaginar.


El corazón que arrastra desde que el mundo es mundo
su cruz de desengaños
y todavía apuesta en su latido
por que existe el amor.

Menos mal que nos queda
la palabra capaz de desdoblarse.

No queda otro remedio
que fabricar con ella una coraza
a base de contar lo baladí
y callar lo que importa.


Podéis llamarlo ,si queréis, cinismo.

Yo lo llamo cordura.

Legítima defensa, de siempre natural.