martes, 18 de octubre de 2022

Refugio

 



Sé muy bien que preciso distanciarme

de la realidad, tan empeñada

en conseguir que tenga en mi jornada

una nueva razón para amargarme.


Un refugio discreto en el que aislarme,

en mi onírico mundo ensimismada,

con la luz, si distrae, censurada,

es el lujo mejor que puedo darme.


Luego está el conseguir que aquí, conmigo,

no se confine aquel que constituye

mi más fiero y fanático enemigo.


¿ Dónde se esconderá aquel que huye,

cuándo escrita en la piel lleva consigo

su historia, ese dolor que lo construye?

A latidos


 

Ya no escucho a mi cuerpo, en su creciente

letanía de quejas, lo desvisto

de materialidad, pues me resisto

a aplaudir su deriva decadente.


Una vez que he aceptado que, si existo,

algo me ha de doler, soy consecuente,

me tomo el respirar como un presente

y si me quema el aire, ni rechisto...


Convertir en virtud cualquier flaqueza,

es lo que dicta la naturaleza

resiliente y vital de mi talante.


Que componga  a latidos cada día

una oda entusiasta a la alegría

mientras el viejo corazón me aguante.

domingo, 16 de octubre de 2022

Última opción


 

Morir joven,

dejar

un bonito cadáver.

  • -lo confieso-

    nunca ha sido mi opción.


Tampoco eternizarme, contemplando

la ruina de mi piel,

los cataclismos

de mi espacio vital ,

el desmoronamiento

de mi mundo interior.


Se impone la prudencia

también en este tramo del camino

para medir los débitos y haberes

que hay tras cada paso

y tener la templanza

para seguir mirando hacia adelante

sin más temor que el justo.


Saber cuántas esquirlas

puedes aún arrebatarle al aire

antes que respirar ya no compense.


Y, a tu pesar,

elegir la salida menos mala,

esa última opción

de una bien entendida cobardía.


Solo le pido al cielo

que el valor no me falte.


Y, en medio de mi noche más oscura,

ser capaz de mirar aún hacia lo alto

en busca de mi estrella favorita.



Que tras de sus enigmas temblorosos

sueñen que van mis ojos cuando estén

a punto de opacarse.