jueves, 8 de febrero de 2018

Evocación



Ahora sé lo absurdo que resulta
alentar la insensata, desigual competencia,
de textura y aroma

Concibo
dentro de mi un germen
puro, esperanzador,
lleno de claridad.

No sé que viento trajo
hasta mi su semilla diminuta
solo sé que palpita
y crece
y busca el modo
de parirse , alumbrándome
con el descubrimiento redentor
de su verdad.

Esa verdad que al tiempo que me asombra
me sirve de consuelo.

Que la belleza y más
aquella que es humilde y va de incógnito
trasciende a la embriaguez fugaz de los sentidos.

Es esa evocación sutil que permanece
sin que nada ni nadie consigan marchitarla.

Soneto perfecto


Un soneto escribí en la calentura
de una noche de Abril, bajo el efecto
de un revuelo de olores , que directo
me llegó al corazón con su mixtura.

Bajo el imperio de su dictadura,
rosa y cursi, me impuso su dialecto,
el caldo de cultivo predilecto
para la desmedida floritura

No importa si salió algo imperfecto,
si absorta en el jardín de la premura
no me dio para más el intelecto.

Importa el que en un rapto de ternura
sobre tu espalda transcribí mi afecto...
!Y era tan perfecta su cálida textura...!


Sin prisa y felizmente



Yo soy de las que van sin mucha prisa
gastando su existencia , al compás vivo
de un reloj que se mueve alternativo
adelante o atrás, según la brisa.

Para quien tantas horas decomisa
a la vida y las pierde sin motivo,
seguramente hay un adjetivo,
no el nombre que me doy de poetisa.

Digamos que no creo en la demencia,
a pesar que me sé la antología
de lo contradictorio e incongruente.

Que cada cual decora a conveniencia .
su universo según le viene el día,
y es loco a su manera. Felizmente.

De puntillas


Cualquier sendero lleva al arco iris,
si andas
- me dijeron-
sin detenerte nunca.

Si vas por la derecha y rectamente,
buscando tu horizonte ,
pisando sobre el barro y las espinas
con determinación

Lo que nadie me dijo
es que el cielo no tiene por costumbre
regalar sus colores.

Que siempre tiene sed,
y el precio que se cobra
a cambio del efímero prodigio
es servirte su cóctel de hielos y tormentas
hasta que obtiene su ración de lágrimas.

Después,saciado ya
la calma vuelve , y en el sopor se sume
el vientre celestial.
De puntillas, ahora ,
paso por el camino de la vida,
sin meter mucho ruido.

Voy pisando despacio
para no perturbar el sueño de los dioses.

No sea que despierten
y recuerden con furia renovada
su hambre inmemorial .





Airosa



La falda te menea
el aire y se esclaviza al arquitrabe
de tus muslos de mármol sin que acabe
la caricia en que tanto se recrea.

Pierde el aliento luego por la suave
tentación de tu vientre, curiosea
por tus senos de mirto y azalea
donde la dicha cabe.

Después en las almenas
de tus hombros reposa. Rezagado,
tortolilla ,indecisa de su vuelo.

Y entiende ,cuando alcanza las serenas
cumbres de tus mejillas, que ha llegado
feliz,por fin al cielo.

Luego, un respiro
en tus labios se toma y extasiado
se hace suspiro.


María


María
( Esto no es un cuento y María no es la Bella Durmiente)

Érase una vez...
aquí o allí, no importa el tiempo o el lugar
un bello país...
este o aquel,pues para el caso nos da igual,
en el que al nacer
a cada uno le daban un tesoro, sin más,
ojos para ver,
 un par de manos
y dos piernas para andar...

Mente para aprender
y una voz clara con la que cantar.

No sé qué día fue,
quizás fue un jueves como todos los demás,
cuando ella nació,
nueva promesa de una primavera más,
pero un hada cruel
puso en su frente su mano misteriosa y fatal
y a ella le negó,
sin más razones su parte
en la herencia universal

Y María fue
ya diferente a todos los demás.

¿Qué sucedió?
¿ Qué aliento gris empañó ese cristal?
¿ Qué viento helado
se cierne sobre esta azucena?
Pero en las ojos de la nena
brilla un destello muy especial,
como una luz limpia y serena
que habla en silencio de eternidad.

Porque como María
no  hay en el mundo quien sonría.

Sonríele a María 
para que nunca deje así de sonreír.

Aunque se buscó
quien la curase entre los sabios del lugar,
nunca se encontró
ningún remedio que la hiciese mejorar,
no se presentó
príncipe o hada madrina
que conjurasen su mal
y María debió
vivir inmersa en su singularidad.

Nos toca a ti y a mí
besar su frente para que eche a andar.

¿Qué sucedió?
¿ Qué aliento gris empañó ese cristal?
¿ Qué viento helado
se cierne sobre esta azucena?
Pero en las ojos de la nena
brilla un destello muy especial,
como una luz limpia y serena
que habla en silencio de eternidad.

Porque como María
no  hay en el mundo quien sonría.

Sonríele a María 
para que nunca deje así de sonreír.

Porque como María
no  hay en el mundo quien sonría.


Sonríele a María 
para que nunca deje así de sonreír.









miércoles, 7 de febrero de 2018

Flor de aliaga



Aguda herida del amor hermoso .
abierta sobre el pecho que supura,
mientras lo arroba en éxtasis dichoso,
su gota de aguamiel y de amargura.

Como resulta de extremada y dura
la vida junto a tí, sin tu insidioso
pinchazo carmesí de calentura
el vivir no resulta apetitoso.

Vino a caberme como suerte aciaga
nacer mujer de carne floreciente
y fresca en el dolor y que se estraga
si el alma en carne viva no se siente

Cumple en mí , pues, tu afán de serme aliaga,
Amor Hermoso de la Hermosa Llaga.

Él



Estoy con él y sin embargo ajenos
siento sus labios sobre la premura
de mi boca, que añora otra mixtura
agridulce de mieles y venenos.

Se desviven sus manos por mis senos
y aunque intenta acallar la calentura
de mi piel ,derramándose en ternura ,
otro tacto más ruin echo de menos.

Débil, mi carne cede a la impudicia,
todo es calor y urgencia, y se acanalla,
hambrienta como está de la caricia.

Estoy con él... , pero que no se asombre
si en el instante en el que el gozo estalla
en un grito de amor , otro es el nombre.

Tiempo incierto (XXXVI)



Implícita en el aire hay cierta alevosía
que acuchilla el minuto en cada vaharada
Es este un tiempo incierto de luz desangelada
al que ya no redime ninguna avemaría

Cómo se va batiendo la vida en retirada,
cada noche deviene en más larga y más fría,
qué bien tejen los dedos de la melancolía
caprichos que desvelan sin compasión mi almohada.

Es ahora el momento de buscar la ternura
del calor y el consuelo que tu abrazo me debe
como yo tus cansancios paliaré en mis latidos.

De inventar una nueva y feliz singladura ,
que acaso hasta la muerte habrá de sernos leve
si al llegar nos sorprende amando entretenidos


Master ( XXXVIII)



Son treinta y ocho años, día a día,
sudor contra sudor, codo con codo,
de darnos nada y compartirlo todo
 haciendo un master en hipocresía.

Ya no espero la luz tras el recodo
del lustro venidero, ni me guía
la ilusión de alcanzar esa utopía
de concertar mi modo con tu modo.

Ni puedo ya ignorar tanta acedía
como en el alma causa el electrodo
del malvivir, apenas me acomodo
a lobotomizarme la alegría.

Son treinta y ocho años siendo dos
que son uno más uno , yo diría
que ha llegado la hora del adiós








El pretil de los adioses



Nos amamos tú y yo como quien sabe
que ha de apurarse a fondo la bebida
con que le obsequia el cáliz de la vida
antes de que su tiempo se le acabe.

Esquilmarse uno al otro era la clave
de la felicidad, la desmedida
afición por la fruta que exprimida
ofrece aquel dulzor salvaje y suave.

Usamos del amor como quien muere
o triunfa en el ardor de la batalla
por el fuego sagrado de los dioses.

Pero el amor no es eso lo que quiere...
Quién no sabe rendirse sólo halla
un sitio en el pretil de los adioses

martes, 6 de febrero de 2018

Los desterrados




Detrás tierra quemada,
por delante
incertidumbre y polvo
Sombras que arrastran fardos invisibles,
desterrados,
condenados por no se sabe quién
a tener que vagar eternamente
por un páramo inmenso
sembrado de tristezas y cenizas.

Nunca será bastante riguroso el castigo
para toda la culpa
que dentro acumulamos.

Porque jamás se apiada
un reo de miserias ,
mendigo del afecto y la empatía,
de otro reo,
cuando ni se consiente
a sí mismo mostrar  ningún vestigio
de su fragilidad.

En una exhibición innecesaria
de crueldad infinita decretamos
desterrarnos del mínimo consuelo
que a un ojo le supone conocerse
fulgor en otro ojo.

A un corazón saber
que hay otro que late
intentando ajustarse a su latido.

Mírame y no me dejes
que haga sola el camino bordeado
por ribazos sin pájaros ni flores,
que lleva hasta el crepúsculo.

Ese, que ,lo sabemos, antecede a la noche
del destierro total,
cuajada de negruras y angor definitivos.


Semillas



Bajo la tierra hace la semilla
lo que debe .
Derrochar paciencia.

Burlarse de los hielos.
Dormir .
Atesorar
los frágiles misterios de la vida.

Bajo la lengua
mi palabra suele
zafarse del dolor que la persigue
y pretende que sea un grito destemplado.
En su clausura puede
ser dueña de sí misma y su silencio.

Ya brotarán cuando la brisa traiga
rumores de tibieza , invitaciones
a la fertilidad.

Cuando el tiempo mejore,
venciendo su letargo ,
ya brotarán las flores amarillas
y algo dentro del alma vibrará,
entrando en resonancia
con su resurgimiento

Ya brotará,
mi verbo,
 ya brotará...
no hay prisa
para tomar el mundo por asalto,
cuando se aspira a conquistar un sueño.

Ser esa oda
que canta a la alegría y la esperanza
y esparce su perfume sobre el viento.


Autorretrato



No tengo un hueso sano. Es lo primero
que debo declarar, que soy la pura
definición del caos , que madura
tengo la piel y el corazón entero.

Que no me veo de mujer florero,
que aspiro a conseguir la cuadratura
del círculo,que tengo de locura
ese justito punto sandunguero.

Que me gusta un poema casi tanto
como a un tonto una tiza,que os invito
a escuchar el fervor con que recito
mi vida hecha romance en esperanto.

Después. Poned un cuatro y luego un seis,
me retrata al revés ¿ Cómo me veis?



Notas de amizcle ( Justificación)



Estoy mirando y solo veo música.

Es música la luz que me despierta
y me hace levantarme
y me impulsa a vivir como si fuera
el día lo que es: ese regalo
que el que ha vivido mucho tanto aprecia.

Y es música el sosiego sin fisuras
que hace que me duerma
 en brazos de los rítmicos runrunes de la noche
tranquila como un niño
y es pura y dulce música el paisaje
sin resabios ni aristas con que sueña
mi corazón en paz.

Estoy pensando
y todo es melodía en mi cabeza,
un gran caleidoscopio musical
en donde toman forma las ideas
haciendo un maridaje
de magia y raciocinio,
en una delicada
y lúdica armonía,
de silencios , matices y cadencias
mostrando que es posible lo improbable,
que no existe poética
más impecable ,hermosa y sensitiva
que la que se concreta en un teorema
que vive y se alimenta de los pulsos
de negras y redondas
de blancas y de tímidas corcheas.


Estoy sintiendo
y toda conmoción
del sentimiento que me zarandea
acaba por volverse un latido en la sangre ,
una palpitación que forcejea
por ser un cosquilleo urticante en los labios,
hasta que de improviso canturrea
lo que le dicta la coloratura
de su naturaleza.

En un bolero
el adiós y el olvido.
la nostalgia en un fado,
el amor envolviendo una balada ,
 en un tango el despecho,
la alegría
en una sinfonía pregonera.

Palpo ,
huelo ,
percibo
como notas de amizcle que penetran
al fondo de mi alma , sorprendiendo
su condición ingenua.

Demostrando
que la vida no es tan mala pécora
como a ratos parece,
que a veces nos malcría
y hasta se desnuda    y muestra ante nosotros
a través de la música
su verdad más espléndida.

Redimiéndose
de ser tan doloroso desatino
en esos armoniosos , intensos e impagables
instantes de belleza.







Sol en invierno



Siembra en  los campos
el rayo de Sol tímido
pura alegría.

Se balancea
el pino blandamente,
cae la nieve.

Celebra el pájaro
con su canto que llegan
tiempos mejores.


lunes, 5 de febrero de 2018

Desde la otra orilla



Yo también he sentido en tiempos la acechanza
el aliento del mundo rondarme alrededor
y  cómo me acosaba de un modo inquisidor
hasta caer en brazos de la desesperanza.

Aquí, desde esta orilla donde ya no me alcanza
la torpe tarascada pertinaz del dolor
le aplico a mis heridas el gesto sanador
del olvido que trae de nuevo la bonanza

Ancho puente de plata tiendo para que huyan
por él los enemigos que me dañaron tanto
hasta que pueda al fin sentirlos como ajenos.

Y otro de cristal por el que un día fluyan
un perdón que aligera y un liberado llanto
que unos días propicien más radiantes  y plenos.