Cualquier
sendero lleva al arco iris,
si
andas
- me
dijeron-
sin
detenerte nunca.
Si
vas por la derecha y rectamente,
buscando
tu horizonte ,
pisando
sobre el barro y las espinas
con
determinación
Lo que
nadie me dijo
es que
el cielo no tiene por costumbre
regalar
sus colores.
Que
siempre tiene sed,
y el
precio que se cobra
a
cambio del efímero prodigio
es
servirte su cóctel de hielos y tormentas
hasta
que obtiene su ración de lágrimas.
Después,saciado
ya
la
calma vuelve , y en el sopor se sume
el
vientre celestial.
De
puntillas, ahora ,
paso
por el camino de la vida,
sin
meter mucho ruido.
Voy
pisando despacio
para
no perturbar el sueño de los dioses.
No sea
que despierten
y
recuerden con furia renovada
su
hambre inmemorial .
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