Implícita
en el aire hay cierta alevosía
que
acuchilla el minuto en cada vaharada
Es este
un tiempo incierto de luz desangelada
al que
ya no redime ninguna avemaría
Cómo
se va batiendo la vida en retirada,
cada
noche deviene en más larga y más fría,
qué
bien tejen los dedos de la melancolía
caprichos
que desvelan sin compasión mi almohada.
Es
ahora el momento de buscar la ternura
del
calor y el consuelo que tu abrazo me debe
como yo
tus cansancios paliaré en mis latidos.
De
inventar una nueva y feliz singladura ,
que
acaso hasta la muerte habrá de sernos leve
si al
llegar nos sorprende amando entretenidos
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