sábado, 16 de septiembre de 2017

Bendita rendición


Como las duras losas
del arrepentimiento por lo que no sé hizo,
por tantas ilusiones sepultadas
frescas bajo la piedra,
me pesan estos días graníticos y austeros.

La luz ,
que se descubre,
a mis ojos opacos y marchitos
cada vez más ajada
y que me cuenta.
que apenas queda senda por delante,
me abruma y me incomoda.

La noche es el momento
de lucidez y calma en que te niegas
a ti misma el pensar.

Sirve de poco
regresar a otras épocas que fueron,
sin que tu lo advirtieses,
seguramente mucho más felices,
si ahora solo son tristes cenizas
que se van disolviendo en la memoria.

El futuro es un túnel
poblado de tinieblas
y peligros sin nombre ni textura
que llenan de congoja el corazón.

Solo te queda el sueño,
esa bendita
rendición temporal de los sentido,
en la que puede el alma hallar alguna tregua
para olvidar zozobras ,
para espulgar el aire
de temores fantasma y respirar.

Para soñar que llegará esa aurora
en la que cante el pájaro
y otra vez alegre ,descansada
con un hambre inocente
pujante e infinita
de comerte la vida te despiertas.




No hay comentarios:

Publicar un comentario