domingo, 12 de abril de 2015

Epitafio


 Nunca será  ya el aire, como era,
liviana transparencia, perfumada
dulzura para el pecho. Es despiadada
ambición en la angustia de la espera.

La luz sólo será la mensajera
al alba de la pena renovada;
la estación de la rosa deshojada
para siempre será la primavera.

No habrá risa, color, dulzor, tibieza…
Rindió mi corazón al desconsuelo
el beso frío que os hirió en la frente.

Vivir es engañar a la tristeza ,
deseando creer que existe un cielo
dónde juntos gozar eternamente.

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