Yo quisiera
alfombrarte de un Sol hecho de almíbares
las alamedas por las que tus pasos
habrán de deslizarse,
embalsamar el aire que respiras
con aromas de mirtos y jazmines
y amenizarte el tedio del camino
dejándome la voz
en devanar arpegios que recuerden
el rumor de la lluvia.
el rumor de la lluvia.
Yo debiera
decirte la verdad, que el mundo tiene
los labios contraídos por el odio,
los ojos enturbiados por la envidia
e inhóspito,
glacial como la tundra ,
duro como el granito, el corazón .
Pero hoy por hoy me callo,
sé lo poco que valen las palabras
para sembrar cordura en los pechos ajenos,
que solo escarmentamos
a golpe de experiencia en carne propia.
Ya llegará la vida
a contarte a los gritos sus secretos
y a volverte más lúcida y serena.
Hoy por hoy,
sólo puedo admitir cómo me abruma
sentirme esta amalgama de temores,
de impotencia y amor.
Y volcarme en hacer
lo sencillo y posible:
contarte cuentos donde por costumbre
vencen siempre los buenos...
Velar tus sueños y rezar en vano
por que llorando nunca te despiertes
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