jueves, 8 de septiembre de 2016

Postales



Palabra tras palabra
voy dibujando a pulso los paisajes
de mi mundo interior.

Irreverentes
disecciones en vivo que reflejan
los múltiples  destellos , los matices, 
e incluso los susurros que  acabalan
 un espacio  que existe 
para empaparse en lluvia.

Postales  de colores  desabridos
donde basta un minúsculo  atisbo de verdor
  para hacer  que florezca  nuevamente
 la alegría  a destajo.

Caóticos collages 
armados con  retazos de un cuerpo y un espíritu
mostrando su verdad más descarnada,
aquella que evidencia sus miserias.
  En la que caben todos los enigmas.

 Tarjetas  sin pudor 
a cuyo dorso  escribo   sin descanso 
 notas codificadas,
recados melancólicos, que encriptan sobre el aire, 
por si hay quien los entienda,
sus gritos de orfandad ,
su recurrente
y agónico silencio.


Mensajes de socorro.

Que no envío





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