Ellos
vienen  a mí, yo no los llamo,
pero
acuden   con  toda diligencia,
la
menor y más leve contingencia
que me
ocurra les sirve de reclamo.
Si
llueve o sale el Sol,  si  es que me inflamo
de
rabia o de emoción , si alguna ausencia
me
llena de amargura la existencia,
si me
aburro, si río, sueño o amo...
No sé
si me los dictan los latidos
del  loco corazón ,me  los inspira
una
musa   alienada que  delira
o si es
que mis sollozos van prendidos.
Solo sé
que los versos traen la calma
a mi
vida. Y son parte de mi alma.
 
 
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