martes, 25 de enero de 2022

Gato doméstico


 

Sin zozobra, enroscado

como un gato doméstico

en su espacio seguro de confort,

alienado,

dormita.


Un destello fugaz

despierta su interés.


Se despereza,

observa distraído

la opalina hebra que sobre la pared

ha ido devanando

el caracol.


Quizás

valga la pena

dedicarle un instante a las lucubraciones

sobre el significado cabalístico

del fulgor .


Pero avanza

la frontera de sombras

que marcan en las tapias los crepúsculos

y enmudecen las insinuaciones.


Le toca al pensamiento

volver a aletargarse.


Y aceptar que la luz

es una circunstancia que, en su intento

de imponerse como una obligación,

resulta casi incómoda...


Que sumida en un reino de tinieblas

encuentra paz la mente.


.

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