No has sido tú,
ha sido la eficacia
del tiempo y su carcoma.
Cordilleras graníticas
acaban claudicando a su insistencia.
Pues qué ha de hacer la carne,
pétalo sensitivo,
que florece para servir del pasto
a sus depredaciones...
Dubitante
y a punto de rendirse,
se cuestiona el espíritu su sentido y su esencia
mientras finge distancia,
enrocado en su adusta coraza de cinismo
El enigma reside
en la fuerza del labio.
En cómo aún conserva, contra todo pronóstico
incólume,
perfecta,
su sonrisa.
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