A veces
lo recuerdo ,
hace ya
muchos años en que todos los días
parecían
festivos
en los
que el Sol salía solo para nosotros,
en que
siempre venías hasta mí rutilante,
con la
sonrisa puesta
y una
orquídea en la mano.
Ambas
se han marchitado hace ya tanto tiempo...
Hoy el
gesto y los pétalos apenas si son ya
una
tristeza inerte,
custodiada
en la urna cineraria
de
nuestro corazón .
Ahora solo queda
este
amargor intenso que los labios marchama
con
sabor a fracaso.
Ese
húmedo brillo
que
titila en los ojos y los viste de luto
por la
ilusión perdida.
Esta
impresión difusa de pesar sobre el pecho
que me va devastando la existencia .
que me va devastando la existencia .
No hay comentarios:
Publicar un comentario