Que se
calle la música. No siento
las
piernas ni los pies, a trompicones
danzo
sin ton ni son y los pulmones
ya se
me están quedando sin aliento.
Me
pierdo en las circunvalaciones
de un
fox, un tango ,un vals..., soy esperpento
de una
absurda peonza en movimiento
a
veinticinco mil revoluciones.
Arpas,
violines, flautas, saxofones...
el
desoírlos es un vano intento
cuando
es el corazón el instrumento
y los
sentires dictan las canciones .
Pues
qué le voy a hacer, bailo y reviento
mientras
me queden fuerzas y emociones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario