lunes, 25 de marzo de 2019

Con los ojos abiertos


No hace falta que nadie me lo diga...

Yo sé que en cada playa
hay un millón de náufragos.

Silentes,
embebidos
en auscultar los mínimos rumores
de todos las resecas,
aguardando un indicio de que hay alguien
que llega a rescatarlos.

Jamás aspiré a ser
el gesto que atrajese cada lágrima
que amenaza en el mundo derramarse..

La sonrisa que llevo por bandera
puede ser igualmente compasiva
y servir de coraza
contra la indefensión.

Desde la otra orilla me estremezco
cada vez que adivino cómo miras
hacia la lejanía y me presientes.

Sabiendo, como sé,
que ya hemos gastado nuestro cupo
de milagros
y existen ciertos límites
de mayor dimensión que los océanos.

Que solo son los sueños , fe y audacia,
los que pueden andar sobre las olas
de los miedos de siempre

Los tuyos y los míos.
Tan viejos ,
tan anclados a la roca
de nuestro corazón .


Que tanto da...
si acaba
el triste que se atreve
cada vez con los ojos más abiertos.

Nuevamente a merced del oleaje.


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