¿ Cómo
han de recordarnos nuestros hijos?
Cuando
el aire no llegue
para
aquietar el ansia con que se hace la vida
puro
apremio en la sangre
y del
cielo diluvie
plomo y
miseria líquida
¿qué
dirán de nosotros?
Que
fuimos unos necios
seres
irracionales,
que en
unas ocasiones no supimos
y en
otras no quisimos
cuidar
con mano amante el mundo tan hermoso
que un
día recibimos de las de nuestros padres
en un
rico usufructo
¿ Qué
herencia dejaremos
por la que, al recordarnos ,nos bendigan ?
¿ Cómo
nos nombrarán
cuando
sean los mares un albañal inmundo
lleno
de peces muertos
y no
haya en tierra firme un metro del paisaje
que no
esté enladrillado?
Grandes
depredadores
avanzando
voraces
como
una mala plaga de langosta,
egoístas
y ciegos,
incapaces
de
prever hacia dónde nos llevan nuestros actos
-tanto
pan como es hoy ,hambre será mañana-
y
detenernos antes que el mal que se avecina
resulte
irreparable.
Recobremos
de nuevo la cordura,
volvamos
al camino
por el que andar dejando apenas la memoria
fugaz de nuestro paso sobre los corazones.
por el que andar dejando apenas la memoria
fugaz de nuestro paso sobre los corazones.
Dejemos
un espacio
-
media zancada antes del abismo-
en que
quepa el futuro.
En el
que corra el corzo
en el
que vuele el ave
en el
que el mar respire inundado de azules
y
canten las sirenas
En el
que ría el hombre
y sueñe
y no se
rinda...
En el que pueda aún la humanidad entera
creer que todavía es tiempo de salvarse.
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