Son blandos ,
temerosos
y sordamente tristes
los pasos que recoge la hojarasca
Recalada de otoño
he recorrido todos los caminos,
tapizados de herrumbre , de fatigas
y de resignación.
Hay un rumor de pájaros que huyen
y de besos que buscan
la calidez de un nido en otra boca.
En la mirada traigo
el muestrario infinito de los ocres
y un regusto en los labios
a derrota y ceniza.
No sé
si merece la pena seguir peregrinando
por las estación nostálgica,
persiguiendo a las nubes
que migran insensatas por un cielo plomizo
hacia aquel horizonte que promete
ser riguroso invierno.
Más tarde o más temprano,
aquí o en cualquier parte ,
el frío será el mismo.
Y olerá igual el humus que se apresta
a ser sudario y cálido reposo
de los cansados huesos .
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