Quisiera hacer, masando entre mis manos
polvo de estrella y pétalos de flores,
un bálsamo que ungiendo tus dolores
te los volviese mansos y livianos.
Y lograr que olvidases sinsabores,
aun a costa de esfuerzos sobrehumanos,
imitando al cantar los trinos vanos
suaves y hermosos de los ruiseñores.
El arcoiris más resplandeciente
para pintar tu vida de belleza
al mismo cielo yo le robaría.
No hay ninguna proeza que no intente
si con ello disipo tu tristeza,
que tu sonrisa es luz de mi alegría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario