Ay, quién pudiera aún conservar cierta traza
de rescoldo durmiente olvidada en los labios
para poder quitarse besando los resabios
con que un arduo vivir los seca y amordaza.
Quién pudiera otra vez jugar aquella baza,
de encender las pasiones , enlabio tras enlabio,
y,escuchando el consejo que da siempre el más sabio,
olvidar un ayer que al presente embaraza.
Si fuera todavía la que nació a la aurora...
Si pudiera mostrarme al desnudo y sin miedo
con la piel sin estigmas y el corazón sin lastre...
Hoy soy derribo y dudas , tal me acepto en mi ahora
y verseo a destajo por salvar, si es que puedo,
algún mueble del alma siquiera del desastre.
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