Si no
estuviera siempre tan cansada,
si no cayesen piedras a destajo
sobre
mi en un diluvio, si al carajo
no se
fuese mi vida desnortada.
Si no pesase tanto este refajo
con que
a la fuerza voy uniformada
de
sumisa mujer domesticada,
con que
me siento igual que un espantajo
Si será
por excusas...tengo ciento
para
procrastinar ese momento
de
abrir por fin cancelas y cerrojos.
En que
, erguida , levante la cabeza
al
cielo y muestre al mundo la tristeza
que
resignarse deja en unos ojos.
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