Abandonados
en la piedra fría
languideciendo
están los crisantemos
y
son en su mudez los más extremos
tropos
que exaltan la melancolía.
Aunque
sus pétalos se juramentan
para
no divulgar sus deterioros
hay
una conjunción de meteoros
que
al aire día y noche los avientan
.
.
Otro
tiempo mejor han conocido
antes
de que una mano los dejase
adornando
la lápida mortuoria.
Pero
no echan de menos lo perdido
,
,
les
duele más el que los condenase
a
ser carne de triste desmemoria
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