Qué
vano es versear de corazones
atravesados
por la misma flecha
que
disparó el azar y fue derecha
al
avispero de las emociones.
Me
niego a macerar desilusiones
con
suspiros de anís y que una endecha
acabe
por brotar, tan contrahecha
que
huyan asustados los gorriones.
Más
allá del amor , existen cosas
dignas
de que un poeta un buen poema
les
escriba con verbo deslumbrante.
Las
estrellas, los pájaros, las rosas...
la luz,
el aire, el Sol...es mi problema
que
ninguna me inspira lo bastante.
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