lunes, 31 de diciembre de 2018

Invernal



Volaron ya los pájaros que había en mi cabeza
No les queda ni un pétalo a mis rosas de té
Todo se ve tan nítido cuando el invierno empieza...
Y es todo tan distinto a como lo soñé...

Qué indefensión aguarda al que solo les reza
a sus dioses domésticos – y con no mucha fe-,
debe ser un milagro que de una solo pieza
este cuerpo cansado aquí siga, de pie.

Sin verter una lágrima, sin pedir un respiro
a la vida que aprieta,ni  exhalar un suspiro
o caer en los brazos de la autocompasión.

Solo suplico al cielo que el frío no se lleve
las alas de mi risa y si llega la nieve
florezca en su blancura la paz del corazón.

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