Solo le
pido tiempo hoy a la vida.
La
pasión por el aire es de tal suerte
primordial
en mi sangre, que a la muerte
no estoy por darle aún la bienvenida.
Tengo
hambre de mar y de verano,
de
empaparme de sal entre las olas,
de
andar correteando entre amapolas
mientras
atrapo sueños con la mano.
Todavía
me quedan tantas ganas
de
contar uno a uno los luceros,
de
cantarle a la Luna mis boleros,
de
beberme la luz de las mañanas....
De
despertarme envuelta en sedas granas
entre
el suave runrún de los “te quieros”.
De
deshojar Eneros
y que
solo me anuncien primaveras tempranas .
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