Se van
pasando los días
sin más
frío ni calor
ni más
rastro de esplendor
sobre
sus horas baldías
Añejas
melancolías
van ,en
lucha sin cuartel,
colonizando
la piel
del
alma y son el sustento
del
rumor, que siembra el viento
de
suspiros a granel.
De
suspiros a granel
está
el ambiente infectado
y deja
el aire embriagado
con su
explosivo coctel.
Pues
quién se resiste a aquel
mandato
de tal zalema
y no
intenta la suprema
osadía
de espulgarse
sus
males y retratarse
malamente
en un poema.
Malamente
en un poema,
sea
canción o lamento,
cabe
tanto sentimiento
que por
dentro te requema.
Yo, al
menos, la estratagema
de su
decir afectado
intento
que algún recado
envíe
a mi alrededor
de que
hay un algo interior
en mi
día amortajado.
En mi
día amortajado,
de la
vida un mal remedo
solo es
un quiero y no puedo
el
recreo regalado.
Por eso
es más apreciado
cada
instante en que ,obsesiva,
mi musa
me hace que escriba
en mi
silente retiro
y voy,
poema a suspiro
mostrándome
que estoy viva.
Vivísima Jordana. Estás escribiendo tanto.
ResponderEliminarNo te he leído tanto, pero no recuerdo haberte leído espinelas, que serán cualquier cosa para ti que dominas tan bien los sonetos. Creo recordar a Ovidio escribir este tipo de décimas con la repetición de ese último verso pero no recuerdo cómo se llama.
Te abrazo.
Frente a la mudez y la sequía de la que muchos se quejan vos, aunque quizá dolor mediante, vos pasás por un costado, poeta. Buena la cadencia en todos y bueno el sentir cómo el autor se sabe hacer compañía.
ResponderEliminarAbrazo, compa.