domingo, 19 de mayo de 2019

Luz de lunes




Cada vez lo percibes más extraño
y alejado de ti,
más dispuesto a ausentarse.

Cada instante que pasa
te sientes más  frustrada, más ajena,
e inclinada a expatriarte .

Cada día amanece
con la luz fatigada
y empapada en tristeza de los lunes.

Es difícil
intentar mantener la compostura
y simular que no hay nada ni nadie
que te roce la piel,
que no te haga
temblar en tus adentros.

Procurar conservar algún atisbo
de sonrisa en la boca,
afectado desdén,
ante tanta y tan sorda indiferencia .

Y más que nada cuesta convencerse
de que si ya no queda
nadie que por ti mire en este mundo,
tú eres tu amante más fiel y aún te sobra
amor para obsequiarlo,
para tejer con él,
como si fuesen pétalos fragantes,
una alfombra que cubra
de pasión y alegría sus caminos.

De que vale la pena
continuar desvelándome
escribiendo poemas taciturnos
y apostándolo todo por la vida,
hasta que una vez caigan
de canto las monedas
y la luz de la aurora
se vista de domingo.

O hasta que se apague
el último lucero tenaz y solitario
que aún brilla en mi noche .







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