Puede
ser delicioso
el
degustar despacio estos bocados
de
soledad de tacto de satén
y sabor
a licor de mandarina.
Todo es
aclimatar
la
pupila al celaje de las horas
en que
toca vivir puertas adentro
y
contemplar el modo en que dibuja
un
destello de luz
caprichos
en el polvo que flota en la penumbra
Y al
oído a escrutar
los
suspiros que prendidos en el envés del aire.
Y si es
que está callado,
celebrar
que te deja gozar de esa mudez .
Solo
temo un silencio.
Ese que
llegará para llenarme
los
ojos de una estática sorpresa
y
traerle la paz definitiva
a mi
alma fatigada .
Que
logrará que calle para siempre
la
música de dentro.
Todo llega a su debido momento, dicen los que saben. Lo difícil, quizá, es permanecer atentos hasta el último instante capturándolo todo.
ResponderEliminarKisses, poeta.