domingo, 7 de julio de 2019

Rigor de bofetada ( XXIII)


No puedo adivinar cómo la vida
pueda aún sorprendernos con los guiones
que nos escribirá en mil renglones
retorcidos de forma consabida.

Sé que es imposible de partida
intentar revivir las ilusiones
que expiraron ayer, que aunque perdones
de corazón, el corazón no olvida.

Algo las malhirió la madrugada
en la que resonaron en mi oído
palabras con rigor de bofetada.

Siento que están ya casi agonizantes,
que aunque el amor no haya fallecido
jamás será ya nada como antes.





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