Me marcaba yo una jota...
A bailarina, jamás
me ganó ni una peonza.
Y aunque los años me han puesto
la voz como aguardentosa,
yo misma me la cantaba,
porque el salero me sobra.
Lo malo es que ya me cuesta
mucho hacer ciertas maniobras
pues estoy de las dos piernas,
como quien dice, algo coja.
Y lo peor, que me falta
ese negro que me ponga
ritmo en el cuerpo y el alma
dispuesta a todas las jodas.
De tenerlo, estoy segura,
que sin fármacos ni drogas
me sacaba, vals a tango,
de mi alienante modorra.
Y, que ya, puestos al hecho
de danzar, sin más demoras,
a todo el mundo invitábamos
a unirse a nuestras cabriolas
Vamos, !poneos en fila!!
! Todos bailando la !coooonga!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario