Al final todo llega,
hasta ese el momento, largamente añorado,
de sentir otra vez sobre la piel
la frescura del aire.
De poder desprenderse de la máscara
- total,
ya nadie mira-
Es tan liberador saber que ya no eres
ni la sombra de nadie...
Que ha llegado la hora
de degustar sin prisa
este tiempo sereno en que todo consiste
en exprimir los zumos mas dulces del recuerdo.
Y sentarse tranquilo
a ver cómo anochece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario