Yo
tengo la costumbre
de
andar hablando a solas .
Hasta me hago a veces la ilusión
de que
hablo contigo.
Incluso
en ocasiones
-mueve la lengua la soledad añeja-
-mueve la lengua la soledad añeja-
a un Él
indefinible
y muy
probablemente sordomudo,
por si
acaso me escucha,
lo
interpelo.
Un silencio da fe
de la atención que ambos le prestáis
Un silencio da fe
de la atención que ambos le prestáis
a la
futilidad de mis palabras.
De Él
espero al menos
que en
su décimo día de ociosidad abúlica
por
puro aburrimiento,me conteste
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