jueves, 18 de mayo de 2017

Del roce nace...la llaga


A ti y a mí nos van las emociones
de cierta intensidad y nos embriaga
el roce que consigue hacerse llaga
por un exceso de revoluciones.

Quién no quiere encender constelaciones
en el chisporroteo de la vaga
huella de luz que queda tras la aliaga
de la palabra y sus depredaciones.

Aquí tienes mi carne, galanura
de pétalo que sangra, te la ofrezco
hágase , pues , en mí tu rozadura...

Espero que , en idéntica medida
y en atención al pago que merezco
tú me entregues la tuya desvalida...

No temas nada, ya veré algún modo
de buscarle en mi pecho un acomodo.


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