lunes, 19 de febrero de 2018

Oración



Desde dentro
me nace una oración.

Brota,
temblorosa y frugal,
de algún lugar del alma,
pero los labios,yermos,
rigor de piedra inerte ,
de dura losa fría,
huérfanos de ternura y anegados
de besos imposibles,
se niegan a decirla

Suaves plumas
me crecen los dedos
caricias que quisieran derramarse,
entregarse al granito que las manos no  pueden 
transformar en tibieza

Hoy anida
en la herida sangrante de mi pecho
un dolor palpitante , tibio y húmedo
que aletea y se escapa
con rumbo a su querencia natural.

Y sin sentirlo
me sorprendo diciendo tu plegaria:
" Padre mío,
yo no sé si estarás allá en el cielo,
pero en mi corazón de hija amante
sabes que vivirás
hasta en instante mismo en que me muera”.

Sé 

 que solo son palabras cargadas de emoción
que  ha de llevarse el viento,
pero siento al decirlas cómo se impregna el  aire
 de un aliento  amoroso que el alma me serena.






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