martes, 18 de diciembre de 2018

Colorín , colorado



Ha sido esta penúltima derrota
una ardua conquista.

A pesar de que haya tenido que aprestarme
a sumar desengaños mientras iba
coleccionado ausencias,
a enterrar ilusiones ,
a llorarlas
en sepulcral silencio.
He tenido que ir acostumbrándome
a adecuar el relato
-por salud,
más que nada mental-
a los giros
que daba el argumento

A volverme una experta en ese arte
sanador del olvido
y recordar que debo sonreírle
  • más que a nadie al mal tiempo-
y seguir rebuscando
y exprimiendo a conciencia ese poco de música
que guarda siempre el aire.

Ahora solo queda
intentar lo imposible

Ver el modo de ir
rellenando vacíos con los restos
de viejas emociones.

A hacer como que no
se siente la congoja
lo mismo que un mordisco en mitad del estómago,
lograr que cauterice
en forma de discreta cicatriz
la llaga que ha dejado el desencanto
en el centro del pecho

Aprender a vivir en soledad...

Y a ser casi feliz.
-Algunos días-

A creerte
que hay algo de verdad en este cuento.


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