jueves, 20 de diciembre de 2018

Dar a luz



Mis ojos, que nacieron
para ver en los tuyos la ternura,
desde que comprendieron
que su favor perdieron
ya no quieren mirar otra hermosura.

En qué estrella lejana
podrían encontrar la luz amena,
tan plenamente humana,
como la que dimana
de tu pupila cálida y serena.

De ahí que hoy el duelo
haga presa en mi pecho sin mesura
¿En qué rincón del cielo
encontraré el consuelo
que tu mirar radiante me procura?

Dudo de la quimera
de que con tiempo cambiará mi suerte,
pero creer quisiera
que acaso cuando muera
la luz regrese a mi y vuelva a verte

Y allá del otro lado
donde el alma perdona, cede, olvida
teniéndote, hijo amado,
de nuevo en mi regazo recostado
tus ojos volverán a darme vida.

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