lunes, 17 de diciembre de 2018

Tiempo



Tiempo

Lo que me falta es tiempo.

Tiempo para plantar un lilo blanco
y poderlo mimar como es preciso,
tiempo para sentarme y esperar
a ver cómo florece,
tiempo para aspirar
despacio,
muy despacio
el regalo inefable de su aroma.

Tiempo para perderlo en disfrutarlo.

Tiempo para soñar
con futuros perfectos
en el que todo al fin tendrá el color
radiante que soñamos.

Lo que me falta es tiempo.

Y no puedo comprarlo...
Ni tampoco estirar el poco que me queda.

Solo tengo  el consuelo bien escueto
del presente habitual
tan poco predispuesto a ofrecerme
sorpresas
ni a darme
otras satisfacciones que las justas.

Respiro, duermo, como...

Vivo.

Sin más.

Sin menos.

Procuro recrearme en cada mínimo
sorbo de agua fresca ,
destello de la luz
temblor del aire...

Exprimir cada pizca
de amargura o dulzor,
que me brinde el instante,
mientras veo 
cómo  se  vuelve  humo y se disipa
sin ruido entre mis manos,
que pretenden
en vano detenerlo.

Es tiempo y nada más lo que me falta....

No puedo permitirme
el lujo inconsecuente ni el pecado mortal
de andarlo malgastando
 o de perderlo.






No hay comentarios:

Publicar un comentario