Si por definición es el destino
aquello que al andar nos va pasando
sin ningún preaviso, yo me inclino
a no cuestionar dónde , cómo o cuando.
¿Para qué consultar a un adivino?
Lo que será, será , conque arreando
tu recua de ilusiones y el camino
más oscuro amenízalo silbando.
Abraza con fervor la circunstancia
que te toque vivir y al lado austero
búscale un noséqué y una prestancia...
¿Quién repara en el frío más severo
cuando una Luna sin pudor se escancia
sobre la noche espléndida de Enero?
No hay comentarios:
Publicar un comentario