Nunca podrás saber
lo que es el miedo,
nunca podrás saber
lo que es sentir
que cae sobre ti la mitad del cielo
y no puedes correr
ni hay a dónde huir.
Nunca podrá saber
cómo quema el frío
sobre la piel que sabe del desamor
Y que hay palabras que cortan como acero
allí , dónde más duele,
con toda precisión.
Cuatro palabras, ese “ Ya no te quiero”,
que dejan malherido
a un pobre corazón.
Nunca podrás saber
lo que es tristeza,
nunca comprenderás
lo que es sentir
que hay una nube gris
sobre tu cabeza
y que un diluvio eterno
cae sobre ti.
Nunca podrás saber
qué olor a ceniza
arrastran tras de sí
y cuánta aflicción.
Esas palabras que cortan como acero...
Nunca podrás saber
cómo te quería,
nunca podrás saber
con qué devoción
hice de tu querer
toda mi alegría
y había puesto en ti
toda mi ilusión.
Nunca comprenderé
qué falta que hacía
el sumergirme, así,
en desolación.
Fue innecesario
aquel “ ya no te quiero”?
A veces el silencio
es la mejor opción.
Cuatro palabras,
cortantes como acero,
que hieren y aniquilan
un pobre corazón.
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