Nunca
es bueno tasar lo que se debe
entregar
sin medida, aun arriesgando
hacer
del corazón un memorando
de
fracasos grabados en relieve.
Las gracias, a manojos y cantando,
los
perdones,deprisa, antes que encueve
en
el alma el rencor ,sin que la lleve
hacia
el redil del odio, tan nefando.
Los
por favor en toda circunstancia
y
con una sonrisa por delante
propicia
ir reduciendo la distancia.
Los
besos , por que sí,que su cuantía
por
mucha no será jamás bastante
y
no empacha ni cansa su arropía.
Darse
así poco cuesta., aunque denota
que
soy una obstinada manirrota
No hay comentarios:
Publicar un comentario