Yo
podría decir:
“ Llegó
como un relámpago
y me inundó la vida
de luz
y de tormentas”
Yo
podría pintar
postales
de pasión, iluminadas
con
risueños colores,
trazadas
con brillantes y ardorosas
pinceladas
violentas.
Pero nunca
Pero nunca
lograría
plasmar de qué modo feliz
cambió
su advenimiento
mi
paisaje vital ,
qué
dulce cataclismo
supuso
en mi existencia.
Yo
podría contar:
“ Cuando
se fue
cayó
sobre mi frente
la
noche más oscura
y en
los ojos
se me apagaron todas las estrellas".
Yo podría cantar
Yo podría cantar
el lied
más melancólico,
hasta
hacer que en el aire se materializase
y que
flotase en él, omnipresente
el olor
que desprende noche y día
la flor
de mi tristeza.
Pero
jamás podría
trasladar
el angor que me desgarra
el
corazón por dentro
y de mi
ser entero se apodera.
Yo
podría llorar ,
pero
las lágrimas
no
podrían llevarse hacía el mar del olvido
el río
incontinente de mis penas.
Yo
podría callar,
pero
reviento
si no
es que a puro grito arranco y desalojo
del interior pecho la tortura
del interior pecho la tortura
del caudal de dolor que me atormenta
Por eso
es que procuro,
desde
el borde perpetuo de la náusea y su espasmo,
escribir
mi verdad, regurgitarla
verso
desnudo a verso dolorido.
Yo
podría decir...
pero me
vierto,
palabra
tras palabra ,
en el
poema.
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