¿ En
cuántos escondrijos se desdobla 
el gran
juego de espejos de  la noche?
En cuál
de ellos se hallarán   las claves
para
violar su esencia hecha de sueños.
Tantos
misterios, tantos
como
acepten
creer
los ojos  ciegos a cualquier evidencia
si
quiere el corazón darles cabida
Agazaparse
para
ver si existe
aquello
 que intuimos y nunca nos contaron,
la
improbable virtud
del
envés de la sombra.
Pero la
sombra es solo
 únicamente sombra,
constatación
palpable de que la  luz existe.
No la
culpéis de ser 
la
ubicua  presencia que nos sirve tan bien de lazarillo
en
nuestra travesía del desastre.
Jamás
se quiso oscura,
también
ella nació 
con
vocación de nítida criatura incorpórea 
que
deja atravesar su esencia enamorada
por el  sutil fulgor que la aniquila
y la
redime al tiempo.
Hasta
el hálito intenta escabullirse
pasar
sobre el instante de puntillas
con tal
de no empañar,si es que la hubiese,
cualquier
señal fugaz de transparencia.
Pero lo
transparente no fue hecho
para
servir los lunes de espectáculo.
Esta
noche de nuevo 
cargaremos
enigmas por capote.
Quizás
mañana,
si la
lluvia quiere...
si el
rumor se  escancia...
si el
temblor se presta....

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