A
veces me despierta a medianoche
un
estremecimiento.
Una
inquietante
sensación
de que acabo de tener
un mal
sueño de esos en que tu mundo sólido
de
pronto se derrumba,
sin
darte apenas tiempo
de huir
o de rezar.
Una
premonición de que me espera ,
dios
sabe en que andurriales de mi historia inmediata
un
cataclismo bíblico.
De que
no tendré antes
que
llegue la vida a cobrarse lo suyo
un
último minuto para verte ,
para
sentir la paz
bienhechora
y bendita que me inunda al mirarme
reflejada
en tus ojos.
De que
todos mis días
serán
en adelante tierra desalentada,
consumida
de insomnios y congojas
A la
Luna le pido
que no
salga o, al menos,que su fulgor modere .
No
quiero que de noche puedan verme llorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario