miércoles, 12 de diciembre de 2018

Desvanecimiento



Imperceptiblemente
noto que los perfiles de este mundo
se van decolorando,
ya no duelen
lo mismo sus mordiscos,
han perdido
el poder de sumirme en la tristeza
o insuflarme calor.

Poco a poco
también siento que yo me voy difuminando...

Como se apaga el día
y enmudecen los trinos de los pájaros
cuando muere la tarde,
presintiendo el aliento del ocaso en mi espalda,
mi rostro se convierte en vaga sombra
y mi voz en susurro.

Sé qué es mejor así,
nos hace más ligeros el irnos liberando
de nuestras ambiciones,
nos hace más seguros
este irse aviniendo
a volverse invisible.

El irse sumergiendo inexorablemente
en las hondas regiones del olvido,
donde no duele ya ningún recuerdo,
nos hace más felices.

Todo anima al espíritu
al desvanecimiento,
a que abrace sin miedo su futuro
de soledad y frío.

A que vaya aprendiendo a abandonarse
en la suave blandura del consuelo
que brinda la quietud,
hasta que se desprenda
del lastre de sí mismo.

A esfumarse en silencio ,hasta que , al fin, consiga
hallar paz en la nada.

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