Aunque nunca diré que un tiempo hastiado,
viviendo en la grisura obligatoria,
es mi ideal, a veces, bien pensado,
ya constituye toda una victoria.
Hoy parecía el día destinado
a pasar sin más pena ni más gloria,
sin que de él quedase inventariado
ni un mínimo vestigio en la memoria.
Y de repente,sin saber de dónde
salta la chispa y llega la tormenta
a llover sobre un vaso ya repleto.
Y el caudal de congoja que se esconde
en mi entraña , rebrota y alimenta
con lágrimas de hiel otro soneto.
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