martes, 20 de octubre de 2020

Más de lo mismo


A veces en la hora del crepúsculo

me vence la fatiga.


Resulta muy cansado

andar hipotecando mi tiempo y empeñándome

en gastar mi palabra y sus acentos

- mitad virtud,

mitad claudicación a golpe de desidia-

en explorar espacios

donde quepa un futuro,

y en buscar sin descanso una voz en que hable

rotunda la verdad.


Aunque fustigue y duela.


Pero solo hay silencio.


Ni la brisa se atreve

a disolver los grumos de vetusta

realidad

y el aire

es denso como el plomo.


Y me vuelvo a encerrar en mi clausura,


Porque sé que ahí afuera

solo hay más de lo mismo.


Un sin fin de animales solitarios,

desvalidos y huérfanos de cualquier esperanza,

que siguen sus rutinas

y ya no se preguntan más porqués en la noche...


No vaya a ser que encuentren

por fin una respuesta.

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