No
temas,
no voy
a formar dramas.
Ya es
bastante trágica esta forma
de
vivir masticando asiduamente
desencanto
y agror.
Si hoy
coges y te vas,
un año
hará tal día .
No creo
que celebre la efemérides
abriéndome
las venas
o
bebiendo cicuta,
si
acaso, regalándome
una
sesión de lujo en un spa
y
comprándome un bolso de ocasión.
Abriéndo
una botella de jerez,
brindando
a tu salud,
desperdiciando
unos
cuantos suspiros,
y tres o cuatro
lágrimas.
Y luego
bailaré sobre la tumba
de
nuestro amor un rocanrol frenético,
hasta
que los sentidos se me emboten
y no
pueda escuchar sus alaridos.
Es lo
que tiene
el
querer echar tierra sobre lo que palpita,
que no
suele dejar que lo sepulten
sin que
sus dientes busquen yugulares.
Hay que
dar la batalla.
Hay que
cantar más fuerte,
hasta
que llueva
cal
viva desde el cielo.
Y en
ella se diluyan
tus
huellas en mi ayer ,
sembrando olvidos
sobre el blanco ataúd desvencijado
sembrando olvidos
sobre el blanco ataúd desvencijado
que acaba por volverse la memoria.
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