A veces
la piedad también florece
entre
las hendiduras de las piedras.
Bastó
el leve mordisco
del
hielo, y de la herida
se
aprovechó el milagro.
En la
grieta se asoman
unas
matas minúsculas de hierba,
un espontaneo guiño
primaveral ,
un toque delicioso
que , igual que una sonrisa de verdor,
un espontaneo guiño
primaveral ,
un toque delicioso
que , igual que una sonrisa de verdor,
al
adusto paisaje redime del feísmo.
A veces
la esperanza te sorprende
y brota
donde menos te lo esperas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario