Qué
tristeza de amor desorientado
que un
poco cada día desfallece
asfixiado
en rutina y aborrece
la
eterna incoherencia de su estado
Luego,
cuando la noche le adormece
la
racionalidad, se marca un fado
que
sublima el ayer y, anestesiado
el
peso del dolor,vuelve a sus trece
Y
apuesta que será Diciembre afable
si
derrite la nieve un azureo
sobre
un cielo sin nubes a la vista
! Pobre
e iluso amor! No eres culpable,
que la
felicidad es un deseo
al que
no hay lucidez que se resista.
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