domingo, 19 de noviembre de 2017

Palabra abortada


Pedí prestado el traje
y la voz a la más vieja sirena
y un soneto ofrecí a la Luna llena
a cambio de su mágico celaje.

Hoy quise cabalgar en las espumas
de tu cuerpo creciéndose en su gozo
y que al llegar al borde del sollozo
cesasen nuestras brumas.

Y un verso sonrosado
concebir sobre el sueño inconsistente
de vivir y sentirse enamorado.

Pero tú no supiste
ser de risa y de sal y nuevamente
mi palabra abortada suena a triste

No hay comentarios:

Publicar un comentario